sábado, 30 de julio de 2011

Ronquido - Desenlace

Al otro día, bah, el mismo día pero horas después bajo y lo veo sentadito en su escritorio. Como si nada. A la semana siguiente bajo y, de repente, repelente: a Ronquido le había salido un puesto en otra oficina y de un día para el otro, no estaba más.

Me pongo a charlar con la chica que trabajaba con él, y me pregunta:

“Y, que pasó con…?”

“Nada, que se yo, nada…”

“No, bueno, mira, yo no sé cómo decirte esto…”

“Qué?”

“No, él comentó el viernes pasado que… que bueno, que estaba con una chica…”

“Si, eso me dijo”

“Y bueno, me dijo que vos estabas desesperada”

DURIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISIMO!!!!

Recopilando…

- Me tilda de desesperada por querer tener sexo.

- En mi departamento.

- Al cual vino con su consentimiento.

- Cuando tengo 28 años.

- Y se lo comenta a una compañera la oficina.

- Que es amiga de mi amiga y con la que hablo todos los días.

Quizá nunca escucho de la palabra discreción… o quizá el puesto que le salió era en el programa de chimentos de Viviana Canosa.

Esto me hizo acordar a una anécdota que me dijo una vez mi vieja: cuando estaba embarazada de mí, de dos o tres meses, fue a una ginecóloga para un chequeo, y la muy perra le dijo:

“Uhhh pero vos estás hecha una vaca, estas muy gorda. Si seguís engordando así vas a terminar obesa…”

Esto le cayó como un balde de agua fría y hasta lloró (era comprensible, tenía nada más 24 años…), pero dice que eso fue lo que la hizo recapacitar y para de comer a granel.

A mí este golpe no me va a dejar de hacer comer (nunca nada lo hará), pero creo que fue lo que necesitaba para recapacitar y darme cuenta que este pibe es cualquiera. Más cuando días después me enteré, por la misma compañera de trabajo, que Ronquido:

1)    Hacía un año salía con esta flaca

2)    Que se iba a ir con ella a Brasil

3)    Que, para él, coger no estaba bueno. Que “el sexo está sobrevaluado”.

Que mi abuela de 80 años pensara a los 30 que el sexo estaba sobrevaluado, que era parte de un deber matrimonial y alguna otra cosa por el estilo es totalmente comprensible.

Pero que un flaco de 30 en pleno 2010 piense eso… es raro. Es una ameba. O simplemente no se le para por la ingesta desmesurada de marihuana.

Nunca lo sabré… quizá algún día se lo pregunte a la pobre cristiana que tiene de novia.