viernes, 18 de febrero de 2011

El chico de la jaqueca

Hace un año atrás (de hecho, estoy casi segura que hoy hace justo un año) me fui al cine a ver Invictus y después me fui al cumpleaños del hermano de mi amiga, en Wilde.
Llegué y estaba lleno de alcohol y niños en su primera mitad de los veintipico (dos de mis debilidades), así que me integré fácilmente al ambiente. Me puse a hablar con uno de ellos de música y de otras cosas. El temita con este chico era que no tomaba alcohol porque no tenía un riñón, y el otro temita era que su nombre empezaba con M (más adelante voy a desarrollar en detalle la teoría porque los hombres cuyo nombre empieza con M son perjudiciales para mi salud… y no sólo lo creo yo, hay chicas que también han pasado por experiencias nefastas con hombres “M”. Es casi como la película de Fritz Lang, estos hombres son MALDITOS).
La cosa es que en un punto de la noche estaba bastante alcoholizada y me lo terminé besando en el balcón que daba a la calle Agüero (lo peor no fue que yo estuviera ebria, sino que la otra persona estaba muy sobria).
Todo muy lindo, me pidió el celular y quedamos en vernos. Si claro, eso ya lo escuché antes… y la parte de que me ibas a escribir también…
Pero esta vez sí escribió, y quedamos para salir a dar una vuelta por San Telmo. Nos encontramos en Plaza Dorrego un domingo a la tarde y tomamos un café en un bar de la calle Chile. Seguimos caminando (sin beso ni demostración alguna de afecto) y el chabón preguntaba constantemente:
“En que calle estamos? Para allá esta San Juan, no?”
No sé, tengo cara de Guía T?
Y así, como quien que no quiere la cosa, me dice:
“Yo conozco un lugar por acá cerca...Podemos ir”
“Mira, lamento pincharte el único plan que tenías para hoy, pero no puedo. Estoy en mis días… Además, pretendés ir a un telo sin antes darme un beso”
Y me mira, como si hubiese dicho que era Nazi o algo así. Y le tuve que dar el beso yo, porque sino todavía estaba esperando.
Seguimos caminando y le dije si quería ir a conocer el departamento donde estaba por mudarme, así que fuimos. Y nos empezamos a dar unos besos en la cocina en ruinas, y en el momento menos oportuno me tira algo así como:
“Mira, yo acabo de salir de una relación y no quiero nada serio, te digo porque…”
A qué viene esto? Porque se ataja antes de que el equipo salga a la cancha? Recién nos estábamos dando un beso, no estaba diciéndole que venga a cenar con mis amigas o de vacaciones con mi familia…
“Si, y?”
“No, te digo porque capaz que vos pensabas que…”
“Mira, yo no pienso nada, recién nos estamos dando un beso. Además, somos gente grande. Si alguien se engancha y no es correspondido por la otra persona, problema de esa persona, no…?
En fin. Un boludo.
Nos fuimos hasta la parada del bondi, me mandó un mensaje a ver si había llegado bien y ahí quedó todo. Nos mandamos unos mensajes durante la semana y arreglamos para concretar el hecho.
Vino un domingo a casa, que yo estaba sola, y concretamos. La primera y única vez que tuve sexo en mi cama de la infancia. Que sacrilegio!
Pasa el tiempo y después de Semana Santa me mudé a mi actual departamento, así que le dije si quería venir a conocer mi nuevo sommier. Me manda un mensaje a ver cuál era mi dirección, y le contesto que en una hora llegaba, que lo esperaba. A lo que responde:
“No te enojas si lo dejamos para otro día? Me está matando el dolor de cabeza”
Te estoy invitando a mi casa, no tenás que pagar telo, lo único que tenés que hacer es pasar por Farmacity y, junto con una caja de preservativos, comprar una tableta de Bayaspirina. Sos una mina de 60 años que dice que le duele la cabeza para no tener sexo con su marido de hace 35 años, sos pelotudo o no te gusto? Puedo entender todas y cada una de esas razones, pero que te duela la cabeza, no. Perdoname, pero no!
“Si, dale. Hablamos”
Y nunca más le contesté ningún mensaje (de hecho, borré el numero) y a otra cosa.
Hace cosa de 4 meses, estábamos en la casa de una de mis amigas y me cae un mensaje de un número que no tenía registrado, con el siguiente contenido:
“Hola L, cómo estás? Estaba dando una vuelta por Plaza Dorrego y me acordé de vos. Espero no incomodarte con el mensaje.”
Y les digo a mis amigas:
“Este me parece que es el boludo al que le duele la cabeza”
Así que respondo:
“Hola, no tengo tu número, quien sos?
“Soy M, al que le dolía la cabeza, te acordás?”
Como olvidarse de una excusa tan patética…?!?!? Lo mandé a comprarse un Migral…

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