lunes, 13 de diciembre de 2010

El primer niño (parte II)

Volvemos a contactarnos cibernéticamente, y arreglamos para otra salida un sábado a la noche. Tres horas antes me llama para cancelar, no sé que le había pasado a la madre. Ok, bueno, por lo menos me avisó, pensé. Será un chamuyo barato, pero por lo menos avisó.
Organizamos otra salida, para ir a ver algo relacionado con el aniversario de los 30 años del Golpe al Centro Cultural Recoleta. Me iba a pasar a buscar por la oficina, pero una hora antes se larga una tormenta terrible. Simultáneamente con los truenos, presiento que me va a dejar plantada maaaaaaal. Y no me equivoqué.
Lo esperé en la puerta de mi edificio un buen rato, llamé a la casa y la hermana me dijo que estaba en una quinta en El Pato.
PENDEJO DE MIERDA!!!!
Si estás en una quinta, no te fuiste hoy, te fuiste ayer, por lo menos… y no fuiste capaz de avisarme que me ibas a dejar plantada??? Me fui a mi casa pasada por agua y con una calentura terrible.
Mis amigas me decían:
“Capaz que allá en El Pato no hay señal de teléfono, por eso no te pudo avisar…”
Qué señal ni señal?!?! Está borrachísimo, tirado en una hamaca paraguaya, fumándose uno y rascándose el higo mientras yo estoy haciendo el rol de pelotuda.
Obviamente ahí cortamos con el mail y el MSN, pero, lamentablemente para él, tuvo que volver a verme la cara en la fiesta de egresados de mi hermano, en la que me evitó durante toda la noche.
Y de ahí en adelante no supe más del niño, hasta hace un año y medio, en el cumpleaños de 22 de mi hermano.
Estaban todos los amigotes en casa, y mi hermano no quería que yo estuviera presente en la fiesta, así que me retiré al living a ver la tele (si, una joda bárbara la mía…). Como el living de mi casa da a la calle, en una miro por la ventana y a quién veo? Si, al niño. Desde esa fiesta de egresados que mi hermano no lo veía, y así, como quien que no quiere la cosa, cayó en mi casa... vio luz y entró.
OH POR DIOS!!!
Inmediatamente me saqué las pantuflas, me puse una vestimenta normal (me saqué el jogging, digamos…) y salí a socializar y a hacerme la simpática con los amigos de mi hermano. No podía quedarme mirando TNT en el sillón!
Así que salí, saludé a todos (incluido él) y me fui al patio. En un momento, intentó acercarse sigilosamente (aprovechando que el vigilante de mi hermano estaba totalmente ebrio), pero lo llamaron para ir a bailar y tuvo que responder al llamado de la manada.
Ahí empezamos a hablar un poco por MSN, me enteré que no vive más con su familia, que trabaja haciendo algo de cine independiente por Lomas de Zamora y que ahora si tiene celular. Nos intercambiamos los números y quedamos en salir alguna vez a tomar algo por San Telmo…

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